domingo, 24 de marzo de 2024

La fragilidad de la vida

No queremos verlo. Ese fino hilo que puede romperse en cualquier instante. Mirando ese faro del coche, roto, y lo fragil que es, recordé nuestra vulnerabilidad. Lo que no percibimos mientras vivimos. A veces nos creemos inmortales y no somos conscientes de lo lejos que tenemos ese concepto. Vivimos tan deprisa que olvidamos en un cajón perdido nuestra sensibilidad. Pretendemos huir de un susurro, normalizando los gritos.
Admiramos más a un famoso en instagram, despreciando al vecino que vive en la más protunda soledad. Sustituimos el abrazo humano por un emoticono enviado frivolamente, a través de una red antisocial, dando más importancia a nuestro número de seguidores que a quien realmente nos llega a amar. Nos etiquetamos en fotos, y nos ignoramos si nos cruzamos por la calle.
Estamos en un mundo lleno de apariencias, en el que se aparta al que piensa y siente distinto. A veces confiamos más en un contacto virtual que en quien tenemos en frente. No queremos ser conscientes de nuestra propia realidad, tratamos como un bien preciado al sincericida, cerrando la puerta a la honestidad. Lloramos a escondidas por miedo a ser juzgados, sonriendo para no mostrar dolor en los días malos. Los valores ya no están de moda, son vintage, eso según la loca sociedad. Pero, somos vulnerables, aunque también resilientes, y todos somos diferentes.Desconocemos la compasión, abrazando la pena. Pero, aunque el hilo de la vida es frágil, me aferro a la esperanza de quienes somos humanos en días de histeria. Cuidemos nuestra vulnerabilidad, que es el tesoro de la humildad, de la mucho por aprender nos queda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario