Hoy quiero contaros algunas anécdotas que he vivido con los que hasta hoy son mis maestros del mágico mundo de la radio. Personas que se cruzaron en mi vida y han causado un gran impacto positivo en ella.
Todo empezó en el año 2009, donde conocí a la que ha sido mi mejor amiga, al Ángel Zurdo-Soledad de la Rubia. Allí, pude encontrar a la cómplice de mis locuras creativas, alguien que siempre me apoyó hasta en la idea más absurda, mi consejera, amiga y hermana. Recuerdo cuando grabamos "el poder de las palabras" un audiorrelato que escribí y adaptamos entre los ocho compañeros, en la que nos convertimos en: hadas, ninfas, elfos , duendes y sirenas.
Me acuerdo cuando Raquel, una compañera del curso, ella y yo entramos a grabar en el estudio de la escuela, el número 7 , nuestro aula durante nueve meses, y como de repente volaban los bolis, de lo nerviosas que estábamos, lo que nos pudimos reír..O cuando las dos decidimos meternos a locutar en aquella radio online, en la que ella hacía el viaje musical , poniendo música de un país cada día, y yo , hacía dos programas : curiocity ,donde mezclaba noticias curiosas con música variada y en musiqueando ,en el que me lancé al mundo de las dedicatorias musicales. Me acuerdo cuando nos dimos cuenta que nuestra voz, no se emitía en directo, 6 meses después de empezar a emitir. Nuestra decepción y enfado pasó a segundo plano. porque nunca dejamos nuestro aprendizaje de lado. No se quedó en mi memoria como un mal recuerdo , si no como un sendero de aprendizajes...
Aprendí tanto de ti... sobretodo porque tú eras la especialista en sonido y yo me divertía con la creación de programas. Como un difuso recuerdo se quedará nuestro proyecto de radio online, al que llamamos new age fm , la era de los nuevos locutores. Unimos fuerzas para intentar lograr que aprendices como nosotras ,pudieran conseguir esa experiencia que se exige para este medio. Eso dice mucho de lo mágica que eras.Ya sabemos que luego vinieron las curvas que nos llevó al ya conocido destino trágico.
Hoy me quedo con estos recuerdos , lo malo no lo contaré, será nuestro secreto.Gracias a ti , he podido conocer a locutores como: Ruth Medina, Jimeno, Mateo González, Grethel Gonzalez o al Pulpo. Tampoco olvidaré tu día más feliz la presentación de tu libro: el Ángel Zurdo. Palabras convertidas en arte del corazón.... Lo que si que diré es que... tengo tanto que contarte y que no sabe nadie... I miss you sister...
En mayo de 2010, fecha de la que ya han pasado 9 años, conocí a Molo Cebrián. El viaje hacia la radio, Cadena 100, fue bastante disparatado. Aunque yo vivía en Madrid , en 9 meses no había ido al centro de la capital. Así que cogí el metro desde Lucero (zona en la que viví) y empezó mi aventura. Cuando cambié de metro, de repente me encontré en un vagón con tres elementos sorpresa, dos borrachos (iban haciendo eses por el vagón con la litrona de cerveza en la mano) y un travesti, el cual me gastó la broma de hacerme morritos , lo cual recuerdo con una sonrisa. Bajé en Banco de España y al salir de la boca del metro, pregunté a un señor cómo podía llegar a los estudios de la COPE. Su respuesta fue, eso está a tomar viento (dijo otra expresión que podéis imaginar). Luego me encontré con una pareja que muy amablemente me acompañó hasta la calle donde se encuentran dichos estudios. Yo siempre digo que eso de orientarme en el espacio no es lo mío (no me llaméis como guía, en serio) .Llegué a la puerta y esperé a que se abrieran las puertas de delante (se entra por la izquierda) hasta que el conserje me hizo una seña y me dijo por dónde se entraba. Y esta mismo fue quien me acompañó hasta dónde Molo se encontraba haciendo aquel programa llamado "La máquina del tiempo", y al abrir la puerta... me encontré de frente con los ojazos del que a día de hoy sigo considerando mi hermano radiofónico. Cercano , empático , mágico...
En 2010 , conocí a mi tercer maestro: Antonio Fuster Juárez. Fue el docente de locución RTV .Es una de las personas de las que más he podido aprender. Recuerdo un día que dije que "me había asustado" y apareció él detrás sonriendo. He de decir que siempre he sido muy miedica cuando comienzo algo, aunque acabo cogiéndole el tranquillo a todo con un poco de tiempo, esa frase la dije porque al principio de curso parecía alguien duro pero, hoy os puedo asegurar que es alguien con una inmensa humanidad , generosidad y cercanía. Gracias a él, existe el libro del Ángel Zurdo. Ayudó a Sole para poder publicarlo aunque no la conocía de nada, a través de ese gesto podéis ver porque le describo de esa manera. Es periodista y escritor , tiene obras como lo que solo el tiempo sabe o su última novela la sabiduría escondida. Uno de mis mejores recuerdos fue como superé mi miedo a la cámara en la parte de tele. No podré olvidar como Antonio me animaba intentarlo una y otra vez. Gracias a gestos como ese, me hizo saber que los miedos se superan. También acudió a la presentación del libro" El ángel Zurdo" apoyando el proyecto de Sole hasta el final, decirte GRACIAS es quedarme corta. Tengo una tarea pendiente : escribirte más a menudo porque tus palabras siempre me dan aliento , maestro. Y tengo mucho por contarte, eres un gran consejero. Nunca dejes de deslumbrar porque de verdad, eres alguien muy especial.
Y fue en 2012, en julio cuando conocí al cuarto maestro: Jesús Olmedo. El cariño que le tengo empezó el día en que me hizo la entrevista en esa pequeña sala de la Única Fm . Lo que no sabe es lo que dije en casa cuando me preguntaron por la entrevista (ahora sonrío al recordarlo) . Mi respuesta fue: ha ido bien, pero ese hombre es... un poco raro , parece pijo , pero luego descubrí su cercanía, humanidad y familiaridad .
Me hubiera gustado que hubieras conocido al Ángel Zurdo, pero alguno de estos días podré hablarte de ella .
Siempre recuerdo aquel día que di con los dientes en el micrófono (falta de costumbre) siempre lo cuento como anécdota curiosa , aunque pobre micro... .Fueron tres semanas en las que pude aprender en profundidad lo que sé de este maravilloso mundo radiofónico. También recuerdo los botes que di cuando estaba en redacción , cuando David (el productor de ese momento) un día se empezó a reír. En ese estudio hay una energía muy especial y muy sibarita . Tengo una espina clavada aún de esas semanas , pero ya te contaré.
Fue en 2017 cuando volvimos a vernos, yo iba como participante de la lanzadera y desde el minuto uno recomendé ir a la Única para difundir el proyecto y... acerté. Siempre digo que eres una de esas personas con las que si compartes solo 5 minutos puedes aprender mucho. Por tu sabiduría del medio y fuera de él. Por eso tras el paso por la radio , te propuse dar aquella charla el 21 de febrero de 2018. Recuerdo lo nerviosa que me puse cuando te llamé el primer día, para citarte (a veces soy puro nervio) , ya que era la primera vez que tenía que llevar cabo esa función. Si no recuerdo mal, a la tercera fue la vencida y pudimos concretar la fecha.
Ese día no se me olvidará , no paraba de mirar al suelo , porque como no parabas de moverte, me quedaba mirando al único agujero de la sala, llegué a pensar (al final baja de piso por ese hueco) , y como los 90 mintutos iniciales se convirtieron en el doble de tiempo , y lo que aprendimos de tus palabras y de tu pasión por la profesión que contagias a cada paso que das.Eso dice mucho de tu generosidad. Gracias por tu humanidad, cercanía, dedicación y por tu pasión , por la magia que tienes dentro de ti. Seguiremos en contacto. (Ya voy teniendo algo en mente) . Además descubrí que tenemos el número 13 en común. Siempre tendré la palabra gracias para dedicarte.
Pero lo que tienen estos cuatro maestros en común son : mi respeto, mi cariño y mi admiración. Seguiremos en contacto... y siempre podréis contar conmigo para lo que haga falta.
Y siempre daré un consejo: nunca os guardéis lo bueno que pensáis de alguien para vosotr@s porque las palabras positivas cambian el día de quienes nos rodean. No espereis a que sea tarde...
Y a ti mi querido Ángel Zurdo, desde tu hogar celestial sé que me sigues iluminando. Perdona mis lágrimas al escribir en tu recuerdo, pero tu ausencia duele...
Mil besos a los cuatro...
