jueves, 28 de enero de 2021

Terremoto en el Alma

 

Hago un pequeño parón, en este sendero de la vida.Porque me tiembla el Alma. ¿Por qué hablan de números y no de vidas? Porque no solo somos "carne y huesos"nos construimos a base de historias. Vivencias con las que dejamos huella en otras vidas. Como la de esos dos desconocidos, que ardieron, en el pasado mes de diciembre, cerca de la calle en la que vivo. Recuerdo como si fuera ayer, aquel humo asfixiante, tan gris , como dañino, inundaba el aire que entraba por nuestras ventanas y balcones. Al día siguiente, sentí un terrible escalofrío, al leer el titular de un medio local en el que se incluían las palabras "sin identificar". Frío , helado. Como el paso desolador de Filomena. Y me duele, porque ya no importa el impacto de las palabras. Solo lo noto en ciertos programas de radio. Y he descubierto que apagando la tele, se enciende la vida. Cierro los ojos , y escucho en silencio, la soledad de mi vecina, una señora mayor gallega, cuya mejor compañía la consigue con el sonido de su radio. Y de las llamadas que recibe en su teléfono fijo, que suena con fuerza. 

Me gustaría que les pusieran nombre a quiénes se están yendo en esta guerra tan inhumana. Porque esto no es una casa de apuestas, para ver quién gana la carrera , ni la bolsa de valores , apostando por el IBEX 35. 

Tendríamos que reflexionar sobre esa cultura frenada en seco. La tristeza llena ahora las calles, los teatros, los estadios y cada lugar que antes ocupaba un artista, de cualquier índole. Respetar al castigado hostelero que injustamente está pagando ese alto precio. Y qué decir de quienes están en primera línea. Dejando su Alma para que volvamos a vivir, y dejen de volar las Almas, que no han tenido tiempo de despedirse. 

Nos falta ser humanos en días de histeria.  Y hablo por la falta de empatía. Como la que obtuve en el mensaje que me mandaron hace unos días. No, no está bien ser egoísta y no pensar en el impacto de nuestras palabras. O la falta de sensibilidad en los titulares que dan algunos medios , al informar sobre esta maldita pandemia.

Porque nos creemos jueces, de las decisiones ajenas. Por ese Miedo , nutrido por quienes deben ayudarnos a afrontar las tormentas con calma. Pero solo mueven cifras y gestionan dinero , olvidando lo Humano. ¿Por qué no se ponen en el lugar del asustado anciano o persona vulnerable, que cómo única compañía tiene a su televisor o a esa vieja radio a pilas? ¿En serio, no hay nada bueno para comunicar?

Perdonad pero, aún sigue creándose vida. La música sigue componiéndose y creando armonía. La naturaleza, aunque se ha rebelado, sigue mostrando su fortaleza. Los profesores se han convertido en líderes guerreros que combaten al miedo en el interior de sus aulas. Hay un gigantesco movimiento solidario que acaricia al que, desgraciadamente, más ha sufrido. Porque en la vida, hay que buscar el equilibrio. Y la incoherencia , daña, haciendo que tiemble el Alma. Digamos ¡basta! porque el miedo también mata.

Seguiremos informando...